Amanece en la capital inglesa. Día oscuro, nubes densas y temperaturas bajas para la época del año que atravesamos. El tiempo parecía presagiar lo que se avecinaba… Horas antes de arrancar esta nueva jornada saltaban todas las alarmas. Isaac Makwala, podía estar infectado con un virus gástrico que ya le habría alejado ayer de las series del 200; el de Botsuana no saltó a la pista entonces por recomendación médica. El duelo Makwala – Van Niekerk parecía complicarse. La cosa no quedaba ahí, hasta 30 atletas de diferentes nacionalidades estarían contagiados por el mismo virus, todos tocados y hundidos. El comité organizador informa mediante un comunicado que las medidas de higiene y prevención entre los trabajadores del hotel sospechoso han sido reforzadas a pesar de que se desconoce el foco real de la infección.
Por suerte la expedición española no se encuentra en esas instalaciones y Estela García se encuentra en perfectas condiciones y preparada para correr la media vuelta a la pista. Antes que ella, la jovencísima Dafne Schippers gana su serie sin dificultad. La atleta holandesa sale de tacos como un obús y ya en el ecuador de la prueba se permite el lujo de mirar a ambos lados con tranquilidad hasta cruzar la línea de meta prácticamente parada. 22.63, superioridad absoluta.
Tercera serie, y con ella el turno de la velocista española. Corre por la calle 5. Estela ha cuajado una buena temporada y viene a este Mundial con el objetivo de romper la barrera de los 23 segundos, hoy hay carrera para ello. A sus puestos… Listas… 200 metros por delante para intentar destrozar su marca personal. Cruza la línea de meta en 5ª posición por delante de otras dos participantes. ¿La marca? 23.78. Se queda muy lejos de ese sub 23, de hecho la atleta asturiana solo consiguió un registro peor esta temporada en abril cuando se celebraba la primera jornada del Campeonato de España por equipos de División de Honor en San Sebastián.
Estela es, o mejor dicho, era, la única representante femenina en una prueba de velocidad en este Mundial, que aun asegurando haberlo dado todo, haber corrido al 100% y sentirse rápida en todo momento, se despide en la ronda de clasificación con una marca más que discreta para ella.
20.40h en la ciudad inglesa. Comienza la clasificación del peso. En el grupo A está la joven atleta gallega María Belén Toimil, en el B, su compañera de selección, la plusmarquista nacional Úrsula Ruiz. Pasan a la final todas aquellas que lancen 18.30 metros o más, o las mejores marcas hasta completar un total de 12 participantes. Hay 15 lanzadoras por grupo.
Toma de contacto para la discípula de Burón que lanza unos modosos 16.20 metros. Úrsula nulo. La gallega lanza de nuevo y el artefacto vuela hasta los 16.38, mejora, pero sigue siendo insuficiente. Úrsula consigue un lanzamiento válido pero escaso, muy corto para ella, 16.20, casi 2 metros menos que su record de España. Las lanzadoras españolas cerraron su participación en este mundial con dos nulos. Ninguna sobrevive a la ronda de clasificación y acaban la competición lejos de sus mejores marcas. La joven debutante finaliza por delante de la campeona y plusmarquista nacional.
La noche se cierra con dos grandes finales, eso sí, sin representación española. En el 800, Europa consigue acabar con la larga supremacía africana. El francés Bosse cruzó la línea de meta en primera posición logrando su mejor marca de la temporada. Supo hacer su carrera y dar el cambio final en el momento clave para dejar atrás a sus rivales y lograr así la primera medalla en esta distancia para su país. Adam, de apellido impronunciable, Kszczot se hacía con la plata en el último suspiro y es que el polaco fue cerrando el grupo hasta la última recta donde dio el hachazo definitivo, ¡menudo final!. Tercero acabó el keniata Kipyegon que por muy poco no se vio sobrepasado en la meta por el atleta inglés, Kyle Langford que selló el mejor registro de su carrera en esta final mundialista y ante su público.
La jornada tenía que acabar con uno de esos duelos que se está comentando en el mundillo durante meses, incluso años. Pero no fue así. El 400 se quedaba cojo antes de haberse disputado. Uno de los favoritos al título tenía prohibido por la IAAF correr. Personal de seguridad prohibió la entrada del atleta botswanés Makwala al gran Estadio y es que las autoridades sanitarias locales recomendaron a los afectados 48 horas de reposo en la habitación del hotel.
Con Makwala fuera de juego, el título mundial ya tenía un claro ganador. El sudafricano, plusmarquista mundial y campeón olímpico tenía un camino de rosas para conseguir el triunfo. Entró literalmente andando y paró el crono por debajo de 44 segundos (43.98), fue el único que capaz de conseguirlo. Wayde Van Nierkek, no tuvo rival.
Anochece así en la fría capital inglesa. Noche con más sombras que luces para nuestro atletismo, las españolas no consiguen pasar de ronda.