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La determinación de Adrián Ben

Futuro   , ,   2 de marzo de 2017

Texto – Nacho Barranco

Renovar ilusiones. Sentir que el atletismo español puede volver a una época dorada ya casi olvidada con el paso de los años. Hacer que el aficionado recupere la esperanza por un deporte que, especialmente en el medio fondo, anda necesitado de referentes para un público que muchas veces vive de miserias. Encabezar una generación con hechos y también con palabras.

Mi objetivo es ser campeón de Europa absoluto”. Punto final. Así podríamos acabar este texto, pero vamos a intentar conocer un poco más a Adrián Ben, ese atleta de Viveiro (Lugo) que a sus 18 años ha revolucionado la temporada de pista cubierta con dos récords de España Junior y que ha hecho reverdecer las esperanzas de aquellos que todavía recuerdan las zancadas de Estévez, Viciosa y Cacho.

Hace varias semanas que su nombre está en boca de todos. Y no es para menos. Ya nadie duda del talento de un joven recién llegado a Madrid cuya relación con el óvalo de 400 metros se limitaba hasta hace bien poco a las competiciones y un puñado de entrenamientos al año. “Algunos días, para tocar el tartán, mi madre me llevaba a la pista más cercana que está a 100 kilómetros de casa y allí con Mariano Castiñeira hacía los entrenamientos de calidad”, cuenta mientras compara su preparación actual en el CAR de Madrid con la de su Viveiro natal: “ahora soy más profesional, sobre todo con la técnica”.

Quizá ahí resida la explicación del éxito del galopar de un hombre (o chico, como prefieran) que ha mandado al baúl de los recuerdos las plusmarcas nacionales de 1.500m y 3.000m que hasta ahora poseía David Bustos. Aunque Ben tiene otra explicación todavía más rotunda: “ha sido gracias al trabajo. Bajar a entrenar día sí y día también”. La continuidad de un atleta al que no le valen las excusas, que “son las que te llevan hacia atrás y no te dejan avanzar”.

Palabras que emanan de una garganta de apenas 18 años pero que suenan con la fuerza que les imprimiría todo un veterano. Como si Adrián Ben se hubiese disfrazado de Jesús España, del que habla con notable admiración, y estuviera explicando a los jóvenes que marcarán el devenir del atletismo español cuál es el camino a seguir.

Pero no, porque él es uno de ellos. Como Miguel González Carballada o Ignacio Fontes, nacidos en el mismo año 1998 y de los que Ben habla como “rivales, compañeros y amigos”. Con los que desea “llegar a lo más alto, retroalimentándonos y sin que hagan comparaciones, porque luego surgen los malos rollos”. Tiene claro el camino y solo pide una cosa: “que nos cuiden y nos dejen crecer”.

Paso a paso. Sin quemar las etapas a las que otros prendieron fuego y teniendo claros los objetivos. “No fui al Campeonato de España Absoluto en Salamanca porque todavía me considero en época de crecimiento. Mi objetivo ahora es ser campeón de España de cross en Gijón, que es el único título que me falta en junior”, explica para tampoco descartar el Campeonato del Mundo de Cross en Kampala.

Pero él tiene algo más en la mente. Le pasa como a los niños que, al llegar los últimos meses de colegio, solo pueden pensar en la playa. En las sombrillas, el cubo y la pala. En el verano. “Tengo muchas ganas de que llegue el aire libre para hacer un buen papel en el Campeonato de Europa de Grosseto”, dice con los ojos iluminados por el calor de una ciudad toscana con la que quiere encariñarse de por vida. “Pero vamos, si allí hago noveno no pasará nada. Seguiré pensando que estas categorías son para ilusionarte y seguir creciendo”. Y continúa dejando clara la idea con la que abríamos este texto: “mi objetivo es ser campeón de Europa absoluto” (aunque reconoce que, si tuviera que elegir, preferiría ser finalista olímpico).

Para algunos una osadía. Para él el objetivo por el que seguir bajando al tartán de la pista cada mañana, tarde o noche. Porque los horarios fijos no existen para un joven que además de dinamita en las piernas, tiene una cabeza bien amueblada. “Estudio primero de Fisioterapia en la Politécnica y estoy muy contento”.

Entrenar, ir a clase, estudiar y también tomar el aire. Porque aunque el tiempo no sobre en su día a día, admite que no renuncia a la fiesta y las risas: “la última vez que salí fue para celebrar los récords de España”. Tampoco se le hizo tarde, pero es un ejemplo más de la naturalidad de Adrián Ben y de sus amigos y compañeros de grupo, de los que habla como “fundamentales” en su crecimiento atlético. Tanto o más que Arturo Martín. Guía y luz en las carreras deportivas de algunos talentos como Jesús Ramos, Víctor Corrales, Fernando Carro y, por encima de todos, Arturo Casado. Por eso y por su devoción al 1.500 eligió al “míster”, como le conocen todos y cada uno de los atletas que entrenan cada día a sus órdenes. Una auténtica cuadra de caballos de carreras que en cada entrenamiento llenan de pisadas a ritmos de vértigo la calle uno de las pistas del INEF en Madrid.

Y lo seguirán haciendo durante mucho tiempo, porque el futuro del grupo está asegurado. Lo marcan Pablo Sánchez-Valladares, Sergio Jiménez, Jesús Ramos y, claro, el propio Adrián Ben. Hombres que, junto a otros nombres como Jordi Torrents, Lucía Rodríguez, Celia Antón o los ya mencionados Fontes y González Carballada, están llamados a determinar el devenir del medio-fondo y fondo español en los próximos años. Algunos de ellos todavía no han ejercido su derecho al voto. Otros apenas han estrenado la mayoría de edad, pero todos conforman un entramado de virtuosismo en la pista, el barro y, en un futuro no muy lejano, también el asfalto.

Son la generación del 98. Como aquella, la de los poetas, que surgió tras el derrumbe definitivo de la España que hasta ese momento conocían. Esta, la de los atletas nacidos en torno a 1998, llega tras unos años difíciles para toda distancia superior a los 800 metros. Pero ellos ya están preparando la revancha de las camisetas rojas y amarillas. Los versos serán zancadas. Las rimas, cambios de ritmo. Y nosotros, los aficionados, cambiaremos las lecturas por las carreras, volviendo a soñar con finales olímpicas y medallas internacionales. Y todo ello con el trabajo honesto, justo y diario como bandera.

2 comentarios “La determinación de Adrián Ben

  1. Manuel Fernández García el   -   Responder

    Me encantó el artículo, desde luego este chaval tiene la cabeza muy, pero que muy bien amueblada, “lo que se hereda no se aprende”¡Ojalá siga así! Y que se cumplan sus deseos

  2. Antonio Otero Rodríguez el   -   Responder

    Es tan difícil destacar en las pruebas de fondo del atletismo,donde los corredores africanos eclipsan a la vieja Europa ,quizás por ello ahora que se aprecia que hay un relevo espectacular en nuestro atletismo y esperamos que se llegue a cristalizar con el paso a las categorías superiores,nuestras esperanzas son fundadas y con la ayuda profesional de la que disponen ,espero que lleguen a darnos grandes alegrías.
    En el caso concreto de Adrian Ben ,las espectativas son si cabe mayores pues las marcas que el a realizado son de una calidad tan grande que se puede esperar todo,Galicia siempre a tenido muy buena escuela en el medio fondo y fondo (Salgado,Gómez,Adán,Margaride,Diaz) por nombrar algunos ,pero ahora tenemos un par de Ases y estaremos expectantes a lo que nos brindan en los próximos años.
    Personalmente estoy muy orgulloso de Adrian Ben
    El lucense seguro que nos va a dar muchas alegrías.

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